La franquicia Sé lo que hicieron el verano pasado siempre llega tarde. Siempre un paso atrás. La primera vez fue en 1997, cuando se estrenó su primera película un año después de Scream, ambas escritas por Kevin Williamson y con muchas similitudes en estructura y propuesta como películas slasher. Ahora, en 2025, el retraso es aún más grande: la cinta repite, tres años después, la misma fórmula del remake/secuela de Scream de 2022. No es solo una sensación de déjà vu; es una clara falta de creatividad.

¿De qué trata Sé lo que hicieron el verano pasado?
Estrenada este jueves 17 de julio, la película mezcla reboot con secuela (las famosas “recuelas”). Al fin y al cabo, Sony Pictures no borra del todo el pasado, sino que presenta nuevos personajes junto con algunos veteranos. En la trama, un grupo de amigos (interpretados por Madelyn Cline, Chase Sui Wonders, Jonah Hauer-King, Tyriq Withers y Sarah Pidgeon) provoca un grave accidente de tráfico que termina con la muerte de una persona. Y ahí surge la gran cuestión moral: deciden huir y no pedir ayuda.
Un año después, reciben una carta misteriosa que evoca el título de la película: “sé lo que hicieron el verano pasado”. A partir de ahí, las personas cercanas al grupo comienzan a morir a manos del Pescador, ese villano visualmente impactante del universo slasher, pero que nunca llegó al nivel de figuras como Ghostface, Freddy, Jason o Michael Myers. Se quedó un peldaño abajo, junto con Candyman y Pinhead, casi olvidado.
Todo nuevo, otra vez
La gran apuesta de este nuevo Sé lo que hicieron el verano pasado, que conserva el título original sin variaciones, es traer de vuelta a parte del elenco original. Freddie Prinze Jr. y Jennifer Love Hewitt retoman sus papeles como Ray Bronson y Julie James.
Es curioso cómo estas participaciones de los actores originales se sienten muy parecidas a las apariciones de David Arquette, Courteney Cox y Neve Campbell en Scream de 2022. Freddie parece una reinterpretación del personaje de Arquette. Jennifer, por su parte, se convierte en la copia evidente del personaje de Neve. Ambas están alejadas de las ciudades donde ocurrieron las masacres, tratando de evitar el trauma diario de enfrentarse a la muerte.
Sé lo que hicieron el verano pasado se siente todo el tiempo como una repetición sin fin. Además, olvida lo que hizo que la primera película tuviera un éxito moderado, volviéndose aún más genérica. Deja de lado el terror psicológico crudo para convertirse, simplemente, en una película de adolescentes intentando sobrevivir. Toda la paranoia del filme de 1997 desaparece. Esta nueva entrega apenas roza una buena idea: la forma en que la ciudad convive con la figura del Pescador como parte de sus leyendas urbanas. Pero deja pasar la oportunidad.
Intento de metacine
El guion de Sam Lansky y de Jennifer Kaytin Robinson, quien también dirige la película, apuesta por los guiños divertidos y chistes dirigidos a la generación Z —que no siempre funcionan—. Cualquier intento de profundidad se pierde en el camino, a pesar de que hay varias oportunidades que surgen de manera natural. También resulta frustrante el intento de jugar con la metanarrativa, especialmente cuando Prinze Jr. y Love Hewitt hablan sobre la nostalgia. Buena idea, pero queda muy lejos de lo que Scream logró —y aún logra— en los cines.
Al menos, los guionistas se atreven en el tramo final con la revelación del asesino. Hay, de nuevo, una repetición de lo ya visto en Scream, pero funciona por la audacia de la decisión. Sin embargo, ni esa valentía inesperada ni las buenas escenas con el subestimado Pescador logran elevar la película. Con actuaciones flojas en gran parte de la historia, todo se siente poco original y forzado. Como si fuera una cinta que simplemente busca subirse al éxito ajeno, como ocurre muchas veces en el mundo de la animación.
Así, Sé lo que hicieron el verano pasado se queda atrás. Da la impresión de que la franquicia nunca alcanza todo su potencial. El Pescador sigue en las sombras, mientras Ghostface sigue nadando en aguas profundas, a 30 años del estreno de su primer filme. Al final, queda la pregunta: ¿acaso la franquicia no tenía otra manera de volver al cine? ¿No se podía aprovechar el potencial de esta historia de otra forma, quizás siendo más fiel al libro de Lois Duncan? Sea como sea, ya es tarde para respuestas. La película ya está en cartelera, apostando por una nostalgia que parece recalentada desde 1997.